Se acaba el día y qué mejor regalo que pasarlo fotografiando la Playa de
Barrika.
Tercera parada y última del día en el taller de Rafa Irusta en Vizcaya. Si
ya en las otras crónicas, las de la Playa de Arribolas y la de la Ermita SanJuan de Gaztelugatxe ya dije que el día prometía con fotos en lugares
espectaculares, qué mejor acabarlo que en una playa mítica y llena de encanto:
la Playa de Barrika.
He de decir que, por mi estilo de fotos, no llevo el trípode conmigo. Así
que este taller me ha servido para darle importancia a un instrumento de lo más
necesario en según qué momentos. La fiabilidad y seguridad que da el trípode
cuando se hace la foto es inmensa y si es un trípode bueno, mejor que mejor.
Llegamos a la playa sobre las 18:30 de la tarde y tenemos que esperar a que
baje más el Sol y la marea para poder admirar lo bonitas que son estas “colas”
de piedras que, cuando baja la marea, se aprecian mucho mejor.
Esta vez, no pudimos verlas en toda su plenitud, ya que la arena había
cubierto gran parte de ellas.
Baja el Sol, baja la marea y nos vamos distribuyendo por toda la playa para
poder disfrutar de tan hermoso paraje.
En esta playa ,hay como dos “mundos distintos” en lo que se refiere a las
piedras: las que forman el acantilado, unos sorprendentes pliegues a causa de
la compresión de las fallas; y las “colas” que se adentran en el Mar, llenas de
musgo que toman gran protagonismo en todas las fotos cuando va bajando el Sol.
Personalmente, me faltaron como 45 minutos más para poder disfrutar aún más
de dicho lugar. ¡Qué bonito lugar!. Admíralo tu mism@ y dime qué opinas…
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